El 4 de noviembre de 1781 y en honor al rey Carlos III, se comienzan a impartir las clases bajo el nombre de Academia de las Tres Nobles Artes de San Carlos: arquitectura, pintura y escultura de la Nueva España.
Dos años más tarde, es fundada por Real Cédula el día 25 de diciembre de 1783 bajo el nombre de Real Academia de San Carlos de las Nobles Artes.
La primera sede de la academia estuvo en el edificio que correspondió a la Casa de Moneda en donde se impartieron clases hasta el año de 1791.
Durante la época de la Revolución Mexicana la Academia cerró por tres años y fue reabierta como Escuela Nacional de Bellas Artes incorporada a la Universidad Nacional de México.
En 1929, cuando a la UNAM recibió su autonomía la Academia se dividió en Escuela Nacional de Arquitectura y Escuela Central de Artes Plásticas.
Dos años más tarde, es fundada por Real Cédula el día 25 de diciembre de 1783 bajo el nombre de Real Academia de San Carlos de las Nobles Artes.
La primera sede de la academia estuvo en el edificio que correspondió a la Casa de Moneda en donde se impartieron clases hasta el año de 1791.
La Academia de San Carlos, Plata sobre Gelatina |
Durante la época de la Revolución Mexicana la Academia cerró por tres años y fue reabierta como Escuela Nacional de Bellas Artes incorporada a la Universidad Nacional de México.
En 1929, cuando a la UNAM recibió su autonomía la Academia se dividió en Escuela Nacional de Arquitectura y Escuela Central de Artes Plásticas.
En1933 la Escuela Central de Artes Plásticas cambió de nombre a Escuela Nacional de Artes Plásticas.
Algunos de los
maestros más importantes el gran paisajista José María Velasco
(1840-1912), el recordado maestro Germán Gedovius (1867-1937), los
destacados artistas Leandro Izaguirre (1876-1941), Santiago Rebull y
Alberto Fuster (1870-1922). Según testimonio de José Clemente Orozco la
Academia se encontraba por entonces en el apogeo de su eficiencia y
buena organización, debido en buena parte al impuso impreso en la
escuela por Antonio Fabrés, pintor y escultor catalán contratado por
Justo Sierra y radicado en México por un breve periodo, de 1902 a 1906.
Academia de San Carlos, Plata sobre Gelatina. |
Antonio Fabrés fue un gran pintor académico, muy
influido por Velásquez, adoptando como temas de sus pinturas los
religiosos y costumbristas, mostrando profundos conocimientos de la
técnica pictórica y una habilidad excepcional.
Entre sus méritos como
director de la Escuela Nacional de Bellas Artes en los cuatro años de su
estadía en la capital de México destacó haber mandado reconstruir los
salones de clase, instalando muebles y enceres especiales y disponiendo
una iluminación eléctrica perfecta, que contaba con una ingeniosa
maquinaria para iluminar a los modelos, parecida a la de los teatros
modernos.
Su discípulo predilecto y protegido fue el más joven del
grupo, Saturnino Herrán (1887-1918), pero asistían a sus talleres como
alumnos el precoz Diego Rivera (1886-1957), José Clemente Orozco
(1883-1949), Francisco Goytia (1882-1918), Roberto Montenegro
(1885-1968), Ángel Zárraga, los hermanos Garduño, Francisco de la Torre,
Coria, Ramón López, Romano Guillemín, Antonio Garduño, Rafael Ponce de
León y Miguel Ángel Fernández entre otros.
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